Hoy vamos a hablar de los gatos siameses, estos animalitos solían tener un papel importante en los funerales de los reyes tailandeses en siglos pasados. Se les colocaba dentro de la tumba y cuando salían por un orificio (hecho para este fin), se decía que el alma del monarca había entrado en el gato. Luego se llevaba el gato a la ceremonia de coronación del nuevo rey, con el objetivo que el rey anterior pudiera presenciar la posesión de su sucesor.
El peso de estos gatos suele ser de 4 o 5 kilos en los machos y 2,5 o 3 en las hembras, son estilizados, su cabeza es triangular y tiene unas orejas grandes y puntiagudas.
Los ojos del gato siamés es, en la mayoría de los casos azul pero la intensidad del color varía dependiendo de la especie; el color del manto está regido por el gen cs el cual hace que la coloración sea más oscura en los puntos donde la temperatura del animal es menor (cola, orejas y cara); el resto del cuerpo suele tener un color beige, casi blanco.
Son animales muy independientes,afectuosos, limpios y curiosos.
Los expertos afirman que tener un gato siamés le ha cambiado la vida a más de un mortal, mucha gente que nunca tuvo un felino y que de alguna manera, sintió desprecio por ellos, cuando se cruzó con un siamés, éste logró cambiar estos aspectos negativos. En conclusión decimos que el gato siamés es divertido, extrovertido, fiel, cariñoso, un compañero inseparable; los que lo poseen aseguran que es un “perro con piel de gato”. Son capaces de salir a pasear en auto o con un pretal por la vereda; se caracterizan por aprender trucos con mucha facilidad y siempre traen a nuestras vidas sorpresas nuevas.
Hasta pronto amigos.
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